viernes, 1 de julio de 2011

Criaturas


Criaturas

En una noche,
cuando los brazos de los árboles descansan
y la luna abraza a las criaturas,
cuando la estrella del día ya no fulgura
y la oscuridad llega a tus ojos;
ha empezado.

Han iniciado los llantos de los niños,
los lechos se preparan para recibir mentes agotadas,
aburridas de rutina, pero sedientas de más,
un más de bondad hasta maldad.

Cierran sus ojos las criaturas… sueñan…
sueñan con utopías para algunos,
malditos que se esconden debajo de la piel,
malditos los falsos de esperanzas nunca vistas.

Oh falsas las criaturas cansadas,
oh ingratas las bocas que escupen palabras a inocentes,
inimaginable y sedientas de verdad estas criaturas,
caminan sobre el suelo del saber, ¿cuál?

Saber de opulencia,
sapiencia es lo que buscamos las criaturas, poder,
ambición de querer y ser querido.
Criaturas de la noche eso somos, egoístas de otros,
amargos de vidas pretéritas, supinos qué somos,
vidas muertas, con eventos que no podrán cambiar.

Criaturas terribles cuando quieren,
criaturas discernientes entre lo bueno, lo malo.
Criaturas desde el amor que se vuelven contra éste,
seres bajos que se alzan contra sí.

Brazos de árboles podrían contarme,
y las bestias más antiguas podrían decirme la verdad,
una verdad que busco, mas sólo el Ser Divino la tiene;
perdurar acá por varios lustros, décadas y siglos.
Pero criaturas necias somos, negándonos lo poco que poseemos
y deseando, deseando aquello de lo mucho que quizás no tendremos y nunca entenderemos.

Jorge Matías Ch.
09/01/2011

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