Roberto Brenes Mesén en la memoria
Gustavo Rox
Abogado
Abogado
Un seis de julio de 1874, nace Roberto Brenes Mesén, según sus propias palabras “hijo del amor”. Don Roberto, sobrino del también eminente licenciado Alberto Brenes Córdoba, a quien generaciones de abogados hemos leído, es posiblemente, y me atrevo a decirlo, uno de los hombres más brillantes de Costa Rica, y quizás uno de los menos leídos, si es que podemos decir que aquí se lee!
A los 18 años don Roberto obtiene el título de Maestro Normal. Luego se fue a Chile a estudiar derecho, francés y latín. Estudió también filología y a su regreso fungió como profesor en la Escuela Normal, también fue Director del Colegio San Luis Gonzaga. Además, fue de los impulsores de la educación mixta, por la cual fue vilipendiado y perseguido desde el púlpito y también, no seamos ingenuos, obviamente por su relación con la masonería y su ingreso a la Sociedad Teosófica.
En 1917 la dictadura de los Tinoco le ofrece la cartera de Ministro de Instrucción Pública por lo cual Brenes Mesén pide el consejo de Joaquín García y Omar Dengo, anti-tinoquistas declarados, y estos le aconsejan que su deber es salvaguardar la educación del país, ante lo cual acepta el cargo.
Tal responsabilidad le acarreó la reprobación de muchos sin embargo para don Roberto lo más importante es el deber que siente, ese deber ligado su acostumbrada filantropía pedagógica.
Cuando se dio la caída del régimen Brenes Mesén se marcha a los Estados Unidos, en una especie de exilio voluntario, que duraría más de 20 años. Durante su exilio en los Estados Unidos, Don Roberto, fungió como profesor en la Universidad de Nuevo México, la Universidad de Columbia y la Universidad de Syracuse, éstas dos últimas en New York.
Su ausencia significó una perdida para el progreso del país, sin embargo también un espacio para el enriquecimiento personal, cultural y social y que a su regreso compartiría con los jóvenes, ¡siempre los jóvenes!, entre ellos los que dieron origen al Centro estudio para los Problemas Nacionales, claro ejemplo de su amor por la patria y de sus convicciones políticas.
Brenes Mesén comprende su destino participando activamente en muchas áreas, desde economía, política, diplomacia y otras, sin embargo, la educación fue su principal vocación. Como menciona Eugenia Dengo en su libro sobre Roberto Brenes Mesén, educar es vocación de quién tiene que dar. Y don Roberto tenía mucho que dar y que enseñar. Fue su constante, y entendía la educación como el medio para la libertad, la libertad de cada hombre para buscar su propio camino, tendiente a la formación de un hombre pleno e integral y que le conlleve a ser protagonista de la sociedad de la cuál forma. Sobre la educación dijo lamentándose que "En este país se ha enseñado para ganarse la vida, pero no para ser feliz y la felicidad del hombre debe ser el objetivo de toda educación".
Don Roberto, declarado benemérito de la Patria en 1974, escribió 9 libros de poesía, entre ellas muchas llenas de bellísima poesía mística, 2 prosas novelas, 15 ensayos, 4 tratados filólogicoss, 2 programas de educación, varias traducciones y más de 450 artículos en periódicos y revistas a nivel nacional e internacional, y a pesar de tan rica obra no tuvo nunca tuvo la posición cómoda y arrogante que toman algunos intelectuales de nuestros días, auto-considerados como dioses, sino que estuvo siempre al servicio de los demás con toda su sapiencia, siempre con humildad. Creía en los jóvenes. Cuántos hombres y mujeres como él necesitamos!
Que este humilde artículo sirva para recordarle y que su obra sirva para inspirarnos.
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